sábado, 23 de marzo de 2013

¿Reacio a subirte a la nube?

Muchas veces, nuestra actitud hacia un nuevo concepto que se pone de moda suele ser la indiferencia, esperando que sea sólo una moda pasajera más sin ninguna trascendencia. Quizá muchos habréis podido tener esta actitud hacia algo que se empieza a escuchar cada vez más,  'Los servicios de la nube'. Si os ha pasado, creo que habéis tomado una actitud equivocada, y voy a intentar demostrar en este artículo por qué.

 Aunque nos intentemos engañar y evitemos que este concepto tan de moda entre en nuestras vidas, hace tiempo que entró, y me atrevería a decir que prácticamente el 100% de los usuarios de internet, en mayor o menor medida, está en la nube. ¿Usas Facebook, Twitter, Youtube? O más simple aún... ¿Usas correo electrónico, Gmail por ejemplo? Entonces estás en la nube. Empecemos definiendo qué es la nube para entender a qué me refiero.



El concepto de 'La nube',  hace referencia a un modelo de prestación de servicios a través de internet, que permite al usuario acceder a una serie de recursos para poder almacenar y procesar sus datos en internet. Podemos usar como símil el funcionamiento de un disco duro externo para entender bien el concepto. Utilizamos un disco duro externo para almacenar una serie de datos porque, o bien no poseemos de suficiente espacio en nuestro ordenador o bien porque necesitamos transportar una serie de datos y evitar tener que transportar el ordenador. Pues bien, el funcionamiento de la nube es exactamente el mismo. Cuando alojas tus datos a través de alguna plataforma en la nube, puedes beneficiarte de ese espacio extra de almacenamiento a la vez que puedes acceder a ellos desde cualquier lugar con acceso a Internet.  Puedes acceder a todos tus documentos, tus fotos o tus vídeos simplemente con un acceso a la red. Visto de esta manera, no suena tan mal ¿verdad? 
Ya estás usando la nube cuando mantienes tus correos electrónicos archivados en la bandeja de entrada, o cuando publicas un álbum de fotos en Facebook. Si ya estás en ella, ¿Por qué no sumergirte un poco más? Privacidad, complejidad, precio, propiedad.... ¿Son éstas tus barreras psicológicas?
  • Privacidad. Evidentemente, el simple hecho de estar en la nube te hace vulnerable a que algún hacker pueda acceder a tu información en un momento determinado. Sin embargo, cada vez hay más empresas que ofrecen servicios en la nube, y entre ellas la principal competencia que tienen es ser más seguros que el resto. Por tanto, la nube cada vez presenta menos riesgos en cuanto a violación de la privacidad se refiere, y ésto no debería suponer ningún obstáculo para empezar a usar sus servicios en profundidad.
  • Complejidad. ¡No te equivoques! Las empresas que ofrecen servicios en la nube buscan hacernos la vida más fácil. Toda interfaz usada por primera vez puede parecer a priori compleja. Utilízala una segunda vez,  y verás como todo se presenta de una manera muy simple e intuitiva.
  • Precio. Esto quizá sí pueda llegar a suponer un pequeño problema. Las opciones de gratuidad son limitadas, sobre todo en los empresas más conocidas, como por ejemplo Dropbox o Spotify. Sin embargo, estos ofrecen siempre un paquete limitado de forma gratuita. La competencia entre empresas que comercializan en la nube aumenta cada día, lo que hace que la barrera del precio se debilite y en un corto-medio plazo, esto ya no podrá ser algo con lo que compitan.
  • Propiedad. Las cosas que almacenas en la nube siguen siendo de tu propiedad. Al alojarlas en la nube simplemente cedes el derecho de almacenamiento a un tercero, pero en ello no va implícito el cese de su propiedad.

Estas cuatro barreras psicológicas no son nada si lo comparas con la multitud de ventajas asociadas a tener tus datos en la nube: evitas la pérdida de datos, ganas espacio de almacenamiento en tu ordenador,  tienes libre acceso a tu información desde donde quieras y un largo etc adaptable a las necesidades de cada internauta.  
Termino usando el mismo símil que antes. El disco duro externo surgió como algo novedoso, se puso de moda y poco a poco ha ido sustituyendo a los CDS y DVDs como formas de almacenamiento, que a su vez sustituyeron en su día a los disquetes. Si seguimos la cadena hacia delante, la Nube acabará sustituyendo por completo a los discos duros. Por tanto, cuanto antes asimilemos el concepto y empecemos a explotarlo, antes podremos beneficiarnos de todas sus ventajas.


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